Se suspendieron las luces, el alumbrado público había caducado, el mirador estaba a oscura insistí en terminar lo que escribía, encendí el celular, tomé mi bolígrafo y comencé a escribir.
Las estrellas me iluminaban parecía una obra de teatro - me cago en la puta - dije en un segundo de pánico, pensé esta es otra idea tonta producida por la esquizofrenia o el demonio de Allan Ginsberg que quiere que recite poemas o alguna oda obscena de secundaria.